El dinamismo del entorno plantea importantes retos, tanto para la detección de las amenazas y oportunidades externas por parte de la economía, como para la identificación de las fortalezas y debilidades internas desde la Teoría de Recursos y Capacidades.
El dinamismo del mercado puede estar causado por una o por una combinación de varias discontinuidades, que incluyen la innovación tecnológica, cambios regulatorios, ciclo económico, cambio competitivo, cambios en las pautas de demanda, mercados dinámicos o de “alta velocidad”, modelos de negocio exitosos inciertos y cuyos participantes (compradores, proveedores y competidores) son ambiguos y cambiantes, entre otras.
El dinamismo del entorno agitado en el mundo globalizado de hoy invita a las empresas a dar cumplimiento a exigentes normas de competitividad en donde el servicio y la calidad se encuentran asociadas a la sostenibilidad y el crecimiento de las Organizaciones.
El desarrollo organizacional ocupa un lugar clave dentro del ejercicio empresarial, pues los conocimientos, recursos y capacidades con los que cuente la empresa para enfrentar los retos del entorno cambiante, constituyen la única estrategia de éxito.
El enfoque de las capacidades dinámicas adquiere su principal contribución en relación con los conocimientos, recursos y capacidades como base de la respuesta al dinamismo, a la consideración de entornos rápidamente cambiantes y a la necesidad de la empresa de renovar sus competencias para alcanzar una coherencia adaptativa con el entorno cambiante.
La capacidad dinámica es el potencial de la empresa para modificar continuamente su base de recursos y capacidades de manera que se encuentre siempre adaptada a entornos de rápido cambio.
Tres capacidades dinámicas necesarias para resolver sistemáticamente los problemas:
La rotación de personal cada día es una realidad evidente en las organizaciones que invita a diseñar estrategias que integren una inducción virtual (80%) con la inducción social (20%), garantizando altas tasas de retorno a la inversión frente a procesos de inducción 100% presencial.
El cambio constante compromete a las áreas de formación a reaccionar efectivamente en garantizar un alineamiento de su gestión con el resultado. Cuando un indicador clave tiene una afectación, la capacidad de aprender rápidamente se activa generando una acción de certificación para garantizar que los empleados relacionados con el indicador se actualizan en el conocimiento de ¿QUÉ PASÓ? y ¿CÓMO RECCIONAR?
Un gran reto de las áreas de formación es implementar iniciativas orientadas a generar la capacidad de retener y socializar efectivamente el conocimiento informal relacionado con las afectaciones a indicadores como quejas y reclamos, cambios en indicadores comerciales, entre otros para integrarlos al ecosistema productivo de la empresa y así crear nuevos activos de conocimiento.
La rápida evolución de los mercados requiere la capacidad de reconfigurar la estructura de la empresa y de sus activos, para llevar a cabo la necesaria transformación interna y externa. El cambio es costoso y, por lo tanto, las empresas deben desarrollar procesos para detectar cambios de bajo costo.
La capacidad de cambio depende en gran medida del aprendizaje de los empleados en una Cultura de Orientación a la Innovación para tener la capacidad de explorar el entorno, para evaluar los mercados y para llevar a cabo rápidamente la reconfiguración y transformación delante de la competencia.
Si la empresa quiere mantener su ventaja competitiva, debe ser capaz de adecuar, evolucionar, renovar, adaptar y reconfigurar su base de conocimientos, recursos y capacidades, para lo cual requiere directivos dispuestos a asumir el reto.
“La mente es como un paracaídas, sólo funciona si se abre” – Albert Einstein